Hace unos días, leí un estudio que afirmaba que las mujeres emprendedoras generan más ingresos por dólar invertido que sus pares masculinos. Sin embargo, siguen recibiendo menos financiamiento, menos visibilidad y, en muchos casos, menos confianza del ecosistema. La pregunta es por qué aún enfrentan tantas barreras para hacerlo de forma masiva.
La respuesta es cultural. Históricamente, el emprendimiento ha estado dominado por una narrativa masculina, asociada con el riesgo, la agresividad y la conquista de mercados. Pero emprender no es solo conquistar, también es construir. Y en esa construcción, las mujeres tienen mucho que aportar: visión a largo plazo, enfoque en comunidad y un liderazgo que prioriza el impacto tanto como la rentabilidad.
Vivimos en un mundo donde las grandes historias de éxito suelen llevar nombres masculinos: Jobs, Bezos, Musk. Pocas veces se menciona a mujeres que han revolucionado industrias, como Sara Blakely (Spanx) o Whitney Wolfe Herd (Bumble). No es que no existan, es que no se les ha dado el mismo micrófono.
Esto se explica en gran parte por lo que Tomas Chamorro-Premuzic señala en Why Do So Many Incompetent Men Become Leaders?: la sociedad sigue confundiendo confianza con competencia. En el mundo del emprendimiento, como en el liderazgo corporativo, tendemos a premiar a quienes se ven seguros de sí mismos en lugar de a quienes realmente tienen las mejores ideas o habilidades. ¿Cuántas mujeres brillantes han sido descartadas simplemente porque no encajan en el molde de «líder carismático»?
El problema no es solo financiero, sino también narrativo. Se necesita más que capital para que una startup crezca; se necesita confianza, credibilidad y una red de apoyo que impulse la idea. Si nadie cuenta tu historia, nadie te compra, nadie invierte en ti, nadie cree en tu proyecto.
Visibilidad y posicionamiento
Las emprendedoras que logran escalar sus negocios tienen algo en común: saben comunicar su valor. No es casualidad que las startups lideradas por mujeres que consiguen financiamiento sean aquellas que han construido una narrativa sólida.
¿Cómo cambiar el juego?
Más rol models visibles
Si una niña crece viendo mujeres liderando empresas, no lo verá como una excepción, sino como una opción real. Pero para que esto pase, necesitamos poner a esas mujeres en el centro de la conversación.
¿Cómo aplicarlo?
- Crea contenido sobre mujeres líderes en tu sector
: Si tienes un blog, redes sociales o un podcast, entrevista a emprendedoras exitosas y comparte su historia.
- Menciona y etiqueta a mujeres referentes en redes
: Cuando hables de innovación, negocios o liderazgo, no solo cites a los mismos hombres de siempre.
- Haz visible a las mujeres en tu empresa
: Si organizas eventos, asegúrate de que haya mujeres en los paneles. Si tienes un equipo, destaca sus logros en la web o redes sociales.
Ejemplo:
Patagonia hace esto bien. No solo vende ropa, sino que destaca historias de mujeres exploradoras y emprendedoras en su contenido. Tú puedes hacer lo mismo con referentes en tu industria.
Estrategia de comunicación desde el día 1
No basta con vender un producto, hay que vender una visión. La comunicación no es algo que se deja para después, es la base del crecimiento de cualquier emprendimiento.
¿Cómo aplicarlo?
- Define tu propósito y comunícalo en todos lados
: No vendas solo “joyería hecha a mano”, vende la idea de que “cada pieza cuenta una historia y empodera a quien la usa”.
- Construye un storytelling alrededor de tu marca
: La gente no se conecta con productos, sino con historias. Cuenta qué te motivó a emprender, qué desafíos has superado y cómo tu producto mejora la vida de los clientes.
- Usa el formato correcto para cada canal
:
- Instagram/TikTok: Videos cortos mostrando el “detrás de escena” de tu negocio.
- LinkedIn: Publicaciones sobre aprendizajes y logros.
- Blog: Artículos sobre tendencias en tu industria.
Ejemplo:
Whitney Wolfe Herd, fundadora de Bumble, no solo lanzó una app de citas. Desde el primer día, vendió la idea de “darle el poder a las mujeres para iniciar la conversación”. Su mensaje fue claro y coherente en todas sus plataformas, lo que la diferenció de Tinder y Hinge
Redes de apoyo activas
El éxito no ocurre en aislamiento. Las mujeres necesitan comunidades donde puedan compartir experiencias, aprender y amplificar su mensaje.
¿Cómo aplicarlo?
- Únete o crea una comunidad en tu nicho
: Busca grupos en LinkedIn, Facebook o Slack donde otras emprendedoras compartan consejos y oportunidades.
- Organiza eventos o espacios de networking
: Puede ser algo tan simple como una sesión de café virtual una vez al mes para intercambiar aprendizajes.
- Colabora con otras emprendedoras
: Si tienes una marca de moda, conecta con una de accesorios y hagan una campaña juntas. Si eres consultora, únete con alguien que ofrezca servicios complementarios.
Ejemplo:
- “The Next Women” en Europa es una comunidad que ayuda a mujeres a conseguir financiamiento y escalar sus negocios.
- Kamino 56 apoya a emprendedores a potenciar su comunicación y visibilidad, asegurando que su mensaje llegue y conecte con las audiencias correctas.
Emprender no es solo crear, es saber contarlo
Hoy, más que nunca, necesitamos más mujeres no solo emprendiendo, sino liderando el relato del emprendimiento. La capacidad está ahí, las ideas también. Lo que falta es que la conversación cambie y que más voces femeninas sean amplificadas.
Porque al final del día, las historias que se cuentan son las que construyen el futuro. Y en ese futuro, las mujeres deben ser protagonistas, no solo espectadoras.
Desde espacios como Kamino 56, creemos en la importancia de esa comunicación estratégica, en darle voz a quienes tienen algo que decir y en transformar ideas en narrativas que muevan mercados. Porque un negocio sin visibilidad es como una gran idea encerrada en una habitación sin ventanas.
La pregunta no es si las mujeres pueden liderar el mundo del emprendimiento. La pregunta es: ¿cuántas historias estamos dispuestos a escuchar?